Los mejores discos de este año - Bengala, The Who, Zebrahead, Barney Gombo, José Madero, Cuarteto de Nos, Porter, Vacación, Café Tacvba, Metronomy, entre otros
En esta segunda parte te presentamos trabajos cercanos al punk, al rock y al metal que destacaron en este año.
Ángel Armando Castellanos 'Araña' - Director de Contenido
1. Brain Invaders - Zebrahead
La música de putazos que recuerda al numetal de los 90's (Limp Bizkit, por ejemplo) pero con toques innovadores que revuelven y confunden a su paso.
Punto y aparte para hablar de 'Chasing The Sun'. El track 6 de este disco merece ser reconocido y recordado como el coqueteo más intenso del punk, el rock y el numetal con el reggeaton y el pop. Al diablo los estereotipos, se vale perrear a medio slam y beberse el sudor ajeno sacando la lengua mientras se hace la señal de los cuernos con la mano.
Brain Invaders es un grito al futuro. Ese milenial que te presume su perreo mientras lo sube en una historia al Instagram y pide otra cerveza para motivarse de cara a la siguiente canción. Una maravillosa ruptura total de etiquetas.
2. Soy Piedra - Belafonte Sensacional
Ahí está Jaime López, el recuerdo de Rockdrigo González. Una guitarra de madera gastada con cuerdas de nylon y mucha, mucha poesía de la calle y de los libros de las librerías de viejo. Belafonte va por ahí, pero también apuesta a romper en cada canción con lo que había sonado en la anterior. Pasa del country melancólico y sencillo de 'Las Distancias' al blues de 'No Llores, Cumbias' y al rock ruidoso y casi intentendible de 'Resistol' y al punk sexpistolero de 'Oh Shit, Oh Fuck'. Lo más importante, grita que es Belafonte y que suena a muchas cosas con identidad propia.
3. Carolina Durante - Carolina Durante
Del primero al último tema hay declaraciones de principios marcadas. Se escucha claramente el grito de una generación marcada por el reconocimiento de sus propias debilidades ('Joder, No Sé', 'Buenos Consejos, Peores Personas' o 'Cuando Niño') y la crítica al mundo en el que se vive ('Nuevas Formas de Hacer El Ridículo'). A nivel sonido no hay nada innovador, pero el garage queda perfecto a la hora de expresar estas ideas. Poco virtuosismo, mucha rebeldía.
4. FANDOM - Waterparks
Otro disco de ruptura, de mezcla y al mismo tiempo de polarización. Contradicciones como revolver los gritos del screamo y el metal con las computadoras responsables de la música electrónica y las armonías dulces del pop más meloso y riesgoso para los diabéticos que se haya hecho en Estados Unidos.
5. Fuego - Estopa
Se salió de las canciones que lo hicieron famoso en los noventas y logró un resultado maravilloso. El dueto catalán lo consiguió. Hay esencia de guitarras y vida de rockstar, pero con algo fundamental: Estopa abre su corazón y lo lacera al mismo tiempo que lo valora.
6. SOS - Millencolin
Una mano levantada en medio del mar de mierda que se traga todo segundo a segundo. Pura frustración en cada canción. Siempre arriba, siempre. No hay un momento de descanso a la hora de escuchar este material.
7. Barney Gombo - Barney Gombo
Después de un rato sacando EPs, se metieron al estudio y sacaron el mejor disco de pop punk de este país. Son obvias las influencias de la nueva ola de Estados Unidos, pero sus letras van más allá del amor o el odio, cuentan historias sobre tolerancia y amor hacia uno mismo ('Raúl Julia'), o duelo después de la muerte ('Interlagos'). Al quinteto no le da miedo salirse del género como en 'Amoria Phlebitis' o en 'El Mar' y el riesgo es bien resuelto. La inclusión del bajista Nicolás Zavaleta en la voz es un gran acierto que llena de variantes al grupo.
8. Everything Opposite y Strange Love - Simple Creatures
En una línea similar a la de Waterparks, Simple Creatures busca romper y al mismo tiempo revolver. En estos discos, mucho más cercanos al R&B noventero que al punk, se revive esa nostalgia por una infancia que sólo se puede recordar en fotos mal escaneadas o decoloradas por el tiempo y al mismo tiempo grita que las guitarras todavía siguen vigentes.
9. Jueves - Cuarteto de Nos
El Cuarteto volvió a tomar con fuerza las guitarras y a retomar lo que tanta fama le dio en Uruguay en los noventas, un rock casi country, pero con la madurez lírica antiunomismo salvador y antisistema que sólo los años le han dado.
10. José Madero - Psalmos
La belleza de mirarse en un espejo y romperse sin necesidad de chorrear una sola gota de sangre. El José Madero más autocrítico que se recuerde, el líder de la generación emo apostando por canciones mucho más pausadas y más profundas.
Punto y aparte su himno 'metootero', 'Violencia', donde asume un papel como hombre macho que está tratando de reconocer y luchar contra sus propios demonios para dejar de lastimar y lastimarse.
Menciones honoríficas:
Hello Exile - The Menzingers, Forever Turned Away - Whitney, Laberinto - Bengala y Transiciones - Ed Maverick
EPs: Romance Romántico - Mujeres y Dame 10:36 minutos - Ginebras
Vuelve a la Parte 1
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