SEMANA DE LAS JUVENTUDES
Categoría: NACIONAL | Fecha de Publicación: 12/11/2018 | Por: Ángel Armando Castellanos 'Araña'
Inflar ilusiones - reseña
La semana pasada en la Glorieta de los Insurgentes, la Plaza de Santo Domingo y el Zócalo se celebró la Semana de las Juventudes. Los shows fueron un termómetro. Nada mejor que evaluar la realidad de la escena en sitios donde es gratis el ingreso. Tristemente la impresión es que los escenarios no coincidieron con la realidad.
Comparar es odioso. Duele. Duele ser comparado. Hace un año el evento "grande" fue de tres días: inició el viernes y terminó el domingo. Escenarios llenos a partir de las 4-5 de la tarde y locura, mucha locura. Esta vez los sitios abarrotados fueron una falacia. Entrar y salir del Zócalo resultó sencillo y estar hasta adelante en la Plaza de Santo Domingo, aún más.
El viernes Santo Domingo se calentó hasta que el sol cayó. Primero, Árbol y la nostalgia por lo que de verdad puede volver a ser; Akasha y el slam metalero; Sexy Zebras con pura fuerza y rebeldía; Okills con baile. Lástima que se fue la luz dos veces... del resto, poco y nada de respuesta del público, no pareció un festival hasta las 6 de la tarde. Bandas que no estaban para tocar en un espacio tan grande y que lo hicieron.
Con Maldita Vecindad en el Zócalo hubo más nostalgia. No se le puede pedir algo más a una banda cuyo último disco inédito está a punto de cumplir 10 años. La convocatoria no fue la esperada. Sí, más de 100 mil personas, pero para nada se percibió el caos de otras semanas de las juventudes. El rock, aunque duela, es sinónimo de tumulto cuando funciona. El desempolve de temas que hace tiempo no se tocaban fue lo más destacado. Antes, LNG/SHT demostró ser un proyecto que tal vez con un mejor horario habría provocado algo más en el público; los nervios se reflejaron en su voz. El Zócalo prometió de arranque y luego se diluyó.
Sábado y más de lo mismo. Con Serbia parecía que no; algunos, no más de 10-15 fans realmente apasionados. Fue un espejismo. Ni siquiera la presencia del propio LNG/SHT junto a Seis Pistos ayudó demasiado. El festival pareció iniciar hasta que Sierra León quiso coronar su esfuerzo con su cantante entre el público y con Guasones dando un show rápido y contundente.
En el Zócalo DLD se llevó la noche. Comisario Pantera lo intentó y estuvo cerca de lograrlo, pero el tamaño de su base de fans no correspondió al escenario. Con DLD tampoco es que hubiera locura, pero cuando menos la respuesta fue más sonora.
Lo más cercano a la locura fue el público pasándose al pit de prensa por los empujones, el cansancio y la casi asfixia. La acción de miembros de la prensa, personal de seguridad y otros asistentes evitó que la situación se saliera de control.
Punto y aparte Pixies. Se trata de una leyenda que fue tratada como una banda de culto. ¿De qué sirvieron las casi 100 mil personas en el Zócalo? Costó ver conexiones reales. Costó asumir la razón de que cerrara el escenario. Sigue costando entender lo ocurrido el sábado.
Durante su show hubo una persona desmayada en el área de prensa. Fue una de tantas que saltaron la valla buscando una salida. Al tocar el área de prensa se desvaneció. Una vez revisados signos vitales, personal de seguridad la sacó. Era un hombre y no pasaba de los 35 años. Susto y nada más.
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Tags: Pixies, Zócalo, desmayo, público, DLD, Sierra León, LNG/SHT, Guasones, Maldita Vecindad, caos, Okills, Akasha, nostalgia, Árbol, Sexy Zebras, Plaza de Santo Domingo, Glorieta de los Insurgentes, , , nota de Ángel Armando Castellanos 'Araña', noticias internacionales
