Por: Angel Castellanos
A una semana del vive, y después del éxito que fueron en la carpa intolerante, Airbag se despedía de nuestro país con un último show en el Foro Indie Rocks. Parecía que el lugar le quedaría un poco grande a los argentinos. Ni de chiste. El lugar estuvo repleto. Una mezcla extraña de “estereotipos”. Entre lineas se dejaba ver que aunque todos habían crecido hacia diferentes ocupaciones, estudios o formas de vida, aún mantenían esa espinita de la banda de rock de la que se habían vuelto fan en la secundaría o preparatoria, muchos años antes.
Aún no salían al escenario y la gente ya estaba ardiendo. Eran un cúmulo de energía esperando a explotar. Así fue. Al primer guitarrazo el foro reventó en gritos y saltos. Aunque no fueron una banda tan “mainstream” en aquellos tiempos del punk en México, sin duda Airbag tenía un séquito fiel de fans que se hizo notar en cada palabra de las rolas.
Apenas era el segundo tema. Un grito ensordecedor recibía “La Partida de La Gitana”, tema con el que ganaron popularidad en el país a inicios de los dosmiles. A ratos se escuchaba más al publico que a la propia banda (y de por si no es como que el audio les ayudara mucho). Banderas argentinas ondearon entre la multitud. Siempre manos arriba, siempre saltando, siempre cantando. Era revelador ver como una generación continuaba junto a la banda, junto a ese artista que los había impactado en su juventud.
Si bien recorrieron temas de toda su discografía, los que mas resonaron fueron “Cicatrices”, “Mi Sensación” y “Noches de insomnio”, eran casi una repetición instantánea de la euforia que vimos en esa volátil segunda rola.
El rock se detuvo por unos minutos mientras la banda aparecía con una bandera de México y un sombrero de charro, realizando un bello tributo a nuestro país. “El Rey” cantada por Gastón (bajo) y con Patricio (guitarra) acompañándolo en la guitarra. El escario pintado de verde, blanco y rojo completaba una estampa en la que el público era complice de una banda argentina que despedía y cerraba con broche de oro su regreso a tierras aztecas.
Se presentaba la banda, la gente sabia que era la recta final. Pero sí, después de la despedida y una fuerte ovación (mientras sonaba un ligero tango de fondo), la banda concedía. Un tema más. Un tema más que aunque tal vez desconocido para algunos, fue una pequeña extensión de ese éxtasis que parecía ya haber terminado. Dada la última nota, ahora sí, era la despedida. Guido trepado desde las alturas incitaba a ese coro de “olé, olé, olé olé… Airbag… Airbag”, sólo para terminar con una reverencia y una gran sonrisa agradeciendo al público que los esperaría a su regreso.
Tags: reseña de airbag en foro indie rocks, airbag en México, , nota de Staff Rocksonico, noticias internacionales
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