En el Centro Cultural Woody Allen
John Lennon dijo que cuando murió Brian Epistein, quien fuera manager de The Beatles, llegó el auténtico fin del cuarteto de Liverpool. Entre Lennon y Epstein se surgió no únicamente una relación de trabajo, sino una que trascendió la amistad y según las malas lenguas, llegó hasta las sábanas cuando ambos vacacionaron en España.
Malcom McLaren fue el célebre manager de Sex Pistols. Se podría decir que los inventó. Reclutó a sus integrantes, los visitó, los proveyó de drogas y de un concepto musical que cambió la historia.
Anthony H. Wilson, manager de Joy Division, sin pretenderlo popularizó el término rock gótico cuando se refirió así a la banda, comparando su música con la superficialidad del mainstream, cuando lo entrevistaron en un programa de televisión.
Emmeline Snively, manager de Marilyn Monroe, fue quien le aconsejó teñirse el cabello de rubia. Otros managers han servido de inspiración artística. Nostradamus, el más reciente disco de estudio de Judas Priest, está basado en una idea que les sugirió Bill Curbishley, manager de los británicos.
Algunas historias son trágicas. En el libro Rock Roadie, escrito por James ‘Tappy’ Wright, ex acompañante de Jimi Hendrix durante sus giras, se asegura que Michael Jeffery, manager del guitarrista, lo asesinó porque temía que firmara contrato con alguien más.
Marcelo Cabuli, manager de Tarja Turunen, la ex cantante de Nightwish, es también su marido, prueba de que el trabajo y el placer bien se pueden mezclar, aunque los Nightwish culpen a Cabulli de los cambios en la personalidad de Tarja, mismos que presuntamente provocaron la expulsión de la finlandesa de las filas del grupo.
En contraparte, es tanto el cariño que Iron Maiden le tiene a Rob Smallwood, su manager desde hace muchos años, que la banda le escribió el tema Sheriff of Huddersfield, incluido como lado B del sencillo Wasted Years, de 1986.
Un manager es, a la vez, el administrador, el vendedor, el negociante, el psicólogo y el mejor amigo de los músicos. Es el que se parte el lomo bajo el escenario para que los ejecutantes dejan la suya sobre él. Es el quinto integrante del grupo (si tomamos los cuartetos como referencia), el que rara vez sale de las sombras, pero sin lugar a dudas es determinante en el éxito.
El manager obtiene, negocia y firma los contratos, desarrolla el concepto que se venderá a los medios de comunicación y realiza bastante trabajo de escritorio. El Centro Cultural Woody Allen abre el curso Quiero ser manager de una banda de rock, impartido por Arturo Flores, quien ha laborado en ese terreno con grupos como El Clan, Mystica Girls y Los Yeti. Además, es periodista de rock desde hace más de una década. Durante las exposiciones, responderá algunas de las interrogantes al respecto, desde dónde buscar tocadas hasta cómo desarrollar una carpeta de presentación con rider técnico incluido.
Además, los asistentes recibirán la visita de managers, publicistas y ejecutivos de disqueras para convivir con ellos y resolver dudas.
Periodismo de rock
Por tercera vez, se ofrece también el curso Periodismo de Rock en el Centro Cultural Woody Allen. En él, los alumnos experimentarán, como auténticos reporteros, la posibilidad de entrevistar a bandas profesionales, cubrir conciertos y asistir a conferencias de prensa. Es un taller 100 por ciento práctico en el que escribirán notas y las verán publicadas en revistas y páginas web profesionales. Ahora sólo a 300 pesos.
Informes de ambos cursos:
Centro Cultural Woody Allen
Calle Querétaro 196 Col. Roma.
Teléfono: 55848680
e-mail: ladecadaoscura@hotmail.com
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