Una experiencia llamada Timothy Brownie
Categoría: NACIONAL | Fecha de Publicación: 1/4/2016 | Por: Staff Rocksonico
fusiones de rock, funk, disco, electropop y psicodelia.
Por: Ángel Armando Castellanos 'Araña' | Garrobofilms
Como muchas personas, los conocí por casualidad. De esas veces que vas a ver a otra banda y terminas volviéndote loco con la que abrió o cerró. Fue una noche en El Imperial y supe que valía la pena repetirlo. Ver a Timothy Brownie es una experiencia que realmente vale la pena.
Ese día no convocaron a muchas personas. Varios íbamos a ver a los Surfistas del Sistema. Encima era martes. ¡Sólo en esta ciudad hay tocadas los martes! Y... la verdad tampoco es que sea muy fan de la música electrónica, pero algo en ellos me decía que necesitaba darles otra chance. Ah, que me regalaron su disco y que su show fue genial.
Dirán ustedes, ¿y por qué te quedaste a verlos si no te gusta la música electrónica? Timothy Brownie es más que música electrónica. Es cierto que parten de esa base. Pero cuando cuatro tipos se suben al escenario y tres y medio (Andrés toca la guitarra por lapsos del show) manejan un instrumento entiendes que van más allá. No es sólo el típico DJ que se siente una bestia por tener una Mac -este wey es un monstruo- son músicos que están dispuestos a enloquecer.
Además, los cuatro entienden que su show va de un ritual y se entregan por completo. Lo volteas a ver a Mariano Lanús (bajo y teclados) y no para de moverse. Da igual que el espacio sea reducido -como en el escenario del Pata Negra- él encuentra la manera de enloquecer un poco. Lo mismo pasa con Carlos Segura (guitarra) y Uriel del Toro (batería). ¿Cómo carajos no te vas a contagiar?
Anoche platicaba con una chava y coincidíamos. "Es que no importa que no sea tu género. Estos weyes te gustan si te prende la buena música", me decía. ¡Y es cierto! Ellos mismos definen lo que hacen como fusiones de rock, funk, disco, electropop y psicodelia.
Se trata de un ritual con símbolos muy cañones para viajarte. Lo entienden y lo demuestran. Es más que simple entretenimiento. Va de llegar con -o sin- disposición y dejarse llevar. No, no es que te vayas a meter cosas -puedes divertirte más si lo haces- para no saber qué pedo al día siguiente. Es música. Los misteriosos brownies que lanzan durante el clímax te conectan mucho más.
Timothy Brownie es de esas bandas que crecen como la espuma. Desde esa noche de junio en el Imperial cada vez los mira más gente en sus shows en vivo. En esta ciudad hicieron del Pata Negra su segundo hogar y anoche era imposible moverse durante su presentación. Los recibió Bajo Circuito a finales del 2015... y lo llenaron.
Es ir y entender que no quieres perderte uno más de sus shows. Que da igual el cansancio o un día pesado. Ser parte de la experiencia es casi indispensable. Es relajarte y excitarte al mismo tiempo. Es ser parte del ritual.
Una experiencia llamada Timothy Brownie http://bit.ly/1Ruf195
Posted by Rocksonico Comunidad Rockera Mexicana on viernes, 1 de abril de 2016
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